Las normativas que regulan la situación de los edificios incorporan a menudo nuevas medidas de mantenimiento, órdenes de obligado cumplimiento y necesidades de accesibilidad que afectan directamente a los edificios antiguos.

Esto hace que muchas comunidades de vecinos tengan que enfrentarse a la rehabilitación de edificios que necesitan de algunas reformas o arreglos para pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Las ITE se realizan en todas las comunidades y, aunque los requisitos son comunes a nivel nacional, cada comunidad puede incluir algunas apreciaciones concretas. Por ello es importante valorar la situación de los edificios con las Normativas de ITE del País Vasco, Murcia o Cataluña, por ejemplo. 

Y es que los avances en las técnicas de construcción hacen que los edificios aguanten en mejores condiciones por muchos más años que hace algunos siglos, pero esto tiene unas consecuencias: muchos de ellos no cuentan con las estructuras, materiales o facilidades necesarias para los tiempos actuales.

Si estos inmuebles no se adecúan a las diferentes exigencias de las autoridades, es imposible que la comunidad logre pasar la inspección periódica que certifica que son seguros y adecuados para vivir, por lo que ante cualquier incumplimiento es preciso iniciar una rehabilitación del inmueble.

Aunque a priori puede parecer que este tipo de rehabilitaciones son un auténtico quebradero de cabeza para la comunidad de vecinos, lo cierto es que hay una serie de pasos que, si se conocen, facilitan mucho cualquier actuación que haya que hacer.

Pasos a seguir para la rehabilitación de un inmueble

¿Cómo saber si hay que pasar por una rehabilitación de edificios? El primer paso en ese sentido es realizar un estudio pormenorizado de la estructura del inmueble.

Con los requisitos imprescindibles que exigen las ITE en la mano, un profesional capacitado como un arquitecto debe repasar todos los rincones de la estructura en busca de grietas, deformaciones o asentamientos que puedan suponer un riesgo estructural de la cimentación.

A esto hay que sumar un segundo paso. Consiste en una limpieza e inspección del sistema de alcantarillado y saneamiento del edificio. Es otro de los puntos donde se concentran los problemas más importantes a los que dar una solución inmediata.

Por último, el experto en valorar el estado del edificio deberá analizar otros dos puntos de especial importancia en las Inspecciones Técnicas de Edificios: el nivel de eficiencia energética de la construcción y las adaptaciones de accesibilidad de los espacios comunes.

Ahorro energético

La conciencia ecológica es ya una preocupación a nivel mundial que también ha llegado a la rehabilitación de edificios. Los estándares actuales exigen que los edificios sean eficientes y su estructura y materiales ayudan a sus habitantes a hacer un gasto energético controlado y responsable con el medio ambiente.

Los edificios son catalogados con una distinta clasificación energética dependiendo del nivel de esfuerzo y gasto que tendrán que hacer las familias para mantener la temperatura de confort durante todo el año. Así, un edificio de calificación energética A supone un gasto mucho mejor que uno de calificación G.

La forma de elevar la calificación de ahorro energético del edificio pasa, generalmente, por realizar tareas de aislamiento en las que se detecten las pérdidas producidas por grietas, malos aislamientos o materiales inadecuados.

Una vez identificados, hay que sustituirlos por las estructuras adecuadas, obteniendo así la mejor calificación posible y un considerable ahorro en la economía de los propietarios.

Accesibilidad

En un sentido muy similar hay que valorar las distintas posibilidades de accesibilidad de los edificios. Los inmuebles actuales están obligados a facilitar la libre movilidad de cualquier ciudadano, aun cuando estos tengan limitaciones de movimientos, caminen con apoyos o vayan en sillas de ruedas.

El objetivo es que cualquier persona, sea cual sea su condición física, pueda acceder a una vivienda digna y adaptada a su situación. Esto afecta a todos los espacios comunes del edificio y cualquier impedimento al respecto debe ser valorado y solucionado para pasar la ITE.

Ayudas para la rehabilitación

Algunas de las obras o adaptaciones indicadas suponen un gasto extra e inalcanzable para algunas comunidades.

Con el objetivo de que cualquier edificio pueda someterse a este tipo de mejoras, el Estado, a través de las Comunidades Autónomas, dispone de un Plan de Ayudas para la rehabilitación de edificios.

Por ese sistema, las comunidades de vecinos obtienen cantidades económicas necesarias para acometer las distintas obras que deben realizar para adaptarse a las normativas.

Para ser beneficiarios de estas subvenciones, las comunidades de vecinos deben presentar un informe de evaluación del edificio realizado por un experto autorizado. Una vez aceptada la solicitud, es el momento de comenzar las obras de rehabilitación del edificio para hacer del inmueble un espacio moderno, adaptado, responsable y seguro.

Cada comunidad autónoma contempla unas características concretas para obtener las ayudas, por lo que conviene contar con un experto que conozca bien todos los pormenores y requisitos de la zona geográfica a la hora de realizar el informe de evaluación. De este modo, los vecinos se asegurarán de que la ayuda será concedida en un corto plazo de tiempo y las obras se podrán comenzar casi de inmediato.

 

Un edificio adaptado a la normativa y cuidado es un edificio que se revaloriza en el mercado inmobiliario y que alarga su vida útil. Es por ello por lo que hay que ver la rehabilitación de edificios no como un problema, sino como una oportunidad de mejora.